sábado, 16 de enero de 2010

Remedios obsesivos

Darwin siempre tuvo miedo de salir a la calle. El pensaba que todos los días, estábamos predeterminados a ser asaltados, o a ser atropellados por un automóvil, todo por estar en el momento y lugar equivocado; como si la misma ciudad se lo tragara cada jornada. Un buen día, al momento de abrir la puerta para salir de su casa, se le ocurrió quedarse inmóvil por 10 segundos, como esperando que el mundo entero tuviera que reorganizar su marcha, esta vez sin su presencia. Esta ausencia de 10 segundos en el mundo -así pensó Darwin- haría que el automóvil que lo iba a atropellar pasara 10 segundos antes que él, y que el asaltante perdiera su oportunidad de seguirlo. Habiendo pensado esto, por primera vez Darwin giró la perilla de su puerta sin miedo, y se dispuso a salir de su casa.


...


4 comentarios:

inDeleble dijo...

2º vez que lo veo y termino igual que la primera vez, con los ojos llorosos, una pequeña presión en el pecho y una sonrisa en la cara (soy asquerosamente sensible para algunas cosas)...

vivir por el otro...convertirlo en el motor que te mueve cada mañana...en la fuerza para combatir lo desagradable de la vida...en el único pilar al cual aferrarte....eso es impagable...(sí, soy extremista)

M dijo...

:0

Eso es lo mejor que te puede pasar...

Lo único.

Me da pena.

inDeleble dijo...

es lo mejor si ambos están en sintonía...pero cuando uno ama y el otro dice amarte pero en realidad nunca lo hizo,no tiene sentido...y de paso te deja con el alma desgarrada..

M dijo...

No será que a veces el amor no es suficiente?

No será que a veces el amar más no implica el amar mejor?

No será que hay personas que aman en su propia forma, y que otros no alcanzan a verlo y por eso todo va mal?